Cerro de las Minas
se localiza al norte de la ciudad de Huajuapan de León, Oaxaca. El sitio
arqueológico muestra rasgos característicos de los centros urbanos prehispánicos
de la Mixteca, como Diquiyú, Monte Negro, Huamelulpan, Yucuita y Yucuñudahui.
Abarca aproximadamente medio kilómetro cuadrado y tuvo una población de entre 1
000 a 2 000 habitantes. Situado en una posición defensiva, contaba con una
amplia extensión de tierras cultivables cercanas al sitio y fue el centro rector
económico, político y cultural para comunidades dependientes dentro de un radio
de unos 10-15 km.
Cerro de las Minas fue fundado en el Preclásico Tardío por
gente procedente de Santa Teresa, sitio ubicado 2 km al sur, en el margen
izquierdo del río Mixteco. Sin embargo, su florecimiento más notable tuvo lugar
en el Clásico, cuando apareció en la Mixteca Baja de Oaxaca y Puebla la cultura
ñuiñe, con un estilo propio de arquitectura, escritura, cerámica, figurillas y
urnas (Ñuiñe, “tierra caliente”, es el nombre mixteco de la Mixteca Baja). Cerro
de las Minas es el único sitio arqueológico abierto al público en la Mixteca
Baja, y por haber sido extensivamente explorado proporciona mucha información
sobre la cultura ñuiñe.
Los tres puntos más elevados del cerro están
cubiertos por plataformas escalonadas de piedra, mientras que las laderas fueron
rellenadas y niveladas para crear espacios en los que se edificaron un mercado y
un conjunto palaciego. El palacio cuenta con cuartos, un patio central con
escalinata y una tumba grande, la tumba 5, en el lado opuesto a la escalinata.
En las laderas sur y oeste del cerro se encuentran por lo menos tres conjuntos
de casas con tumbas, probablemente centros de barrios controlados por familias
de la elite.
Los edificios de la fase Nuiñe Temprana (300-500 d.C.) son de
bloques de piedra, mientras que los de la Ñuiñe Tardía (500-800 d.C.) presentan
lajas horizontales delgadas, colocadas como relleno entre lajas grandes y
gruesas en posición vertical, formando la construcción característica conocida
como “bloque y laja”.
En Cerro de las Minas se encuentran ejemplos de
escritura ñuiñe –símbolos grabados en bajorrelieve– en lápidas de piedra caliza.
Generalmente se trata de un glifo central: el nombre de un personaje, acompañado
por signos del calendario. Dos lápidas de este tipo, probablemente con nombres
de gobernantes de la ciudad, estaban empotradas en las paredes de la tumba
5.
En San Pedro y San Pablo Tequixtepec, unos 25 km al norte de Cerro de las
Minas, la escritura se plasmó en bloques de basalto en el exterior de las
plataformas monumentales; contienen símbolos con nombres de personajes y
muestran escenas de conquista.